Iturbe, tras los pasos de D10S.

Hoy en día no hay duda de que Messi es el mejor jugador del mundo y si sigue así y si consigue un mundial nadie discutirá que ha sido el mejor de la historia, pues bien hay un joven argentino que recuerda mucho a la pulga, Juan Manuel Iturbe.

Iturbe nació un 4 de junio de 1993 en Buenos Aires, Argentina. Un jugador de una estatura pequeña, 1.72 metros, pese a ser “tan bajo” no es fácil derribarle ya que posee un extraordinario tren inferior. Iturbe recuerda y mucho a Messi, aunque de momento  no tiene tanto gol como él, algo que mejorara con la edad sin duda, pero su velocidad endiablada y su regate eléctrico recuerdan a él y mucho. Yo le vi en el Sudamericano Sub-20 y la verdad que ya desde el primer momento te impacta y cuando coge el balón estás expectante sobre lo que puede hacer con el balón.

Iturbe debuto a los 16 años con Cerro Porteño, después de esa temporada ficho por Quilmes y esto genero una polémica entre clubs por los derechos de formación, situación que finalmente se pudo resolver, con su regreso a Cerro Porteño y fichaje por el Porto, que lo dejo cedido en Cerro Porteño hasta final de temporada. Con la selección también hubo polémica debido a que posee doble nacionalidad, tanto argentina como paraguaya, finalmente se decanto por Argentina jugando el torneo Sudamericano Sub-20 (9 partidos 3 goles) y también el mundial de la misma categoría (5 partidos 0 goles), también cabe recordar que fue al Mundial de Sudáfrica para ayudar en los entrenamientos de la selección dirigida por Maradona.

En definitiva un jugador que recuerda mucho a Messi, aunque le queda un larguísimo camino para poder compararse con él, pero sin duda tiene ese “algo” que le distingue del resto de los jugadores de futbol. Habrá que estar muy pendientes de él en el Porto y ver como evoluciona, pero sin duda un jugador que dará mucho que hablar y que en unos años va a ser de primer nivel mundial y que rivalizara con Messi y Cristiano para ser Balón de Oro. Y como segunda reflexión muy a tener en cuenta el ojo que tiene el staff técnico del Porto para captar jóvenes talentos sudamericanos a bajo coste para luego venderlos por autenticas millonadas.